Y con esto necesito subrayar algo importante: no hay conductas a modificar, sino relaciones que sanar.Pero si tus expectativas son humanas los cambios que consigas serán temporales e inestables. Frustrantes. Y te llevarán al pensamiento (calmante y cómodo para ti) de ‘’con mi perro no funcionada nada’’, lo que le lanzará a él a la cara una verdad que no lo es en absoluto: el problema eres tú, yo lo he hecho todo, el problema real no es mío.
Sin embargo, si tus expectativas se basan en entender a tu perro y acompañarle a sentirse mejor, si entiendes que es un proceso lento pero seguro en el que vas a tener que derribar muchas viejas estructuras de tu propia vida (por doloroso o complicado que te sea), entonces los cambios a mejor serán más estables y reales. Tranquilizadores. Ama la emocionalidad de tu perro, Es lo que le ayuda a decirte que no se siente bien, y no tiene ningún sentido enfadarte con alguien a quien quieres porque te diga que no se siente bien. Aprende a leer entre líneas y ve más allá de la conducta visible y lo establecido. Ningún perro merece nuestra incomprensión.

Escrito por: Lorena Murgui Mercado, educadora canina de ENSUSHUELLAS. La encuentras en IG como @mellamankenikeni